Chuchel
Los videojuegos son algo más que
disparar y llenar una pantalla de sangre. Después del tiroteo de
Parkland,Florida,donde fallecieron diecisiete personas a manos de un
exalumno armado hasta los dientes;la Casa Blanca ha culpado a la violencia en el videojuego de esta desgracia. Siempre que esto ocurre,los medios
y los gobiernos necesitan cabezas de turco;en este caso volvemos al
trillada y cuñada excusas de:”Cómo jugaba a videojuegos de
disparos,se convirtió en un psicópata.” Para ser directos y
concisos;Call of Duty vende chorrocientos juegos cada año y si cada
chaval que jugará se convirtiera en un psicópata estaríamos
realmente jodidos. Pero es más fácil culpar al asesino que al
proveedor de las armas. Pero eso es harina de otro costal. Tenemos
que,como amantes del videojuegos, fomentar la visualización de más
formas de ver el medio. Hoy quiero aportar mi granito a la causa con
el último y divertido juego de Amanita Design,Chuchel. Una
entretenida,ligera y divertida locura que demuestra una vez más que
solo hemos rascado la superficie con el videojuego.
Chuchel es algo realmente especial y
singular. Para describirlo no deja de venirme a la cabeza el formato
de una serie episódica para los más pequeños de la casa, pero
hecha con cariño y sin el trato directamente condescendiente de las
series más actuales. Un producto de los que me gusta llamar “para
todos los públicos”,y esto merece un gran respeto,porque es muy
fácil hacerlo realmente mal. Pero para mi regocijo,no es el caso.
La sinopsis es más simple que el sistema de un botijo;Chuchel quiere comerse una deliciosa cereza que posee,pero una especie de rata pelona se la roba delante de sus morros y éste decide que esto no va a queda así. Esto es la historia de Chuchel y poco más. A partir de aquí la diversión es el objetivo del título,todas las variopintas situaciones que iremos viendo buscar generar más de una carcajada y ,sobretodo, desprender una gran dosis de buen rollo;Chuchel quiere alegrarte unas horillas con sus pequeñas locuras. Otro detalle a tener en cuenta es cómo cada escena,partiendo de la misma premisa, se siente diferente e independiente. Esto es gracias a las mecánicas,pero también a la desbordante imaginación que hay detrás de Chuchel;jamás te esperas lo que vendrá a continuación y eso hace que mantengamos un interés de principio a fin. Porque el final consigue dar una forma redonda a todo el conjunto para dar cierta evolución y madurez a sus personajes. La gran virtud del final es que,sin restregar sus mensaje y moralejas,consigue dejar ciertas lecciones muy “políticamente correctas” que consiguen llegar al jugador.
Durante gran parte del juego,Chuchel es
una aventura muy facilona de “Point and click”;en caso de
quedarnos atrapados en alguno de sus puzzles,una ayuda saldrá a
nuestro rescate a los pocos minutos. Pero Chuchel no está quieto y
por eso nosotros tampoco lo estaremos,ya que en algunos momentos
puntuales Chuchel de golpe es un simple plataformas,un juego de
disparos o decide rendir un pequeño tributo a juegos tan
emblemáticos como Tetris,Space Invaders o Pac-Man. Por eso me parece
un videojuego perfecto para los más pequeños de la casa,para que
vean en cierto modo y con sutileza estos clásicos mientras se
divierten con el bueno de Chuchel.
Una cosa que me ha provocado Chuchel es
la busca constante de interpretar a Chuchel,de hacer lo que creo que
él haría:trastadas y pequeñas travesuras en pro de la comedia. La
historia es tremendamente lineal y fija,pero en el camino y la
exploración reside el humor de Chuchel. Sin esta experimentación en
busca de ese momento destornillante o esa alocada solución Chuchel
perdería su gancho.
Chuchel es de esas pequeñas maravillas
atemporales que consigue un apartado gráfico indiscutible e
imperecedero. Esto no puede pasar de moda. Es tan sólido y bonito que
muchas veces sorprende a niveles de juegos como Cuphead,aunque éste
último tiene más mérito. Otro de los puntos en los que Chuchel me
recuerda al juego de Studio MDHR es en la imaginación y creatividad
que desprenden. Algunos finales de escena son una verdadera fiesta de
formas,colores y seres extraños y adorables por igual. Lo
dicho,nunca sabes por dónde te van a salir. El trabajo con los
efectos de sonido es donde consiguen darle un impacto aún más
personal y extraño a este particular mundo de fantasía que envuelve
las aventuras de Chuchel.
Chuchel es una pequeña aventura muy
humilde pero redonda y que consigue algo muy noble;dar otra cara del
videojuego. No todo son disparos,ni litros de sangre en el
videojuego;y en nuestra mano esta apoya una mayor diversidad de
géneros y temas. Chuchel consigue sentirse diferente a todo lo visto
hasta ahora por atreverse a buscar,a través del humor,una conexión
con su protagonista y su mundo. El humor es la sal de Chuchel,el
pegamento que mantiene al jugador frente a la pantalla,la guinda que
persigue esa adorable pelusa.
Comentarios
Publicar un comentario