Wizard of Legend
Si hay un género que ha crecido,
evolucionado y explotado hacía direcciones impensables; ese ha sido
el Roguelike. El juego original Rogue (1980) era un juego de
exploración de mazmorras de forma procedimental inspirada en
Dragones y Mazmorras; revolucionario en su momento y con una apuesta
por la re-jugabilidad fresca y siempre cambiante. Esta nueva forma de
entender los juegos de exploración sería inspiradora de una gran
ola de juegos del estilo como Moria, Omega o NetHack, pero vamos a
centrarnos en la última y más reciente ola: los Roguelike
desarrollados por estudios independiente. Este estilo de diseño de
juegos permiten una re-juegabilidad enorme y con grandes dosis de
“pique”. Títulos como The Binding of Isaac o Nuclear Throne son
los grandes abanderados de esta nueva hornada de Roguelike; densos,
desafiantes y divertidos, pero la formula procedimental debe estar
bien implementada y equilibrada para no parecer injusta o puesta por poner. Esto
no es nada fácil, dicho de otra forma, es muy difícil; por esto no
se muy bien que pensar de Wizard of Legend.
Wizard of Legend nos pone en la piel de
una aspirante a ser el mago supremo siempre que se superen las
mazmorras del caos. Nuestra forma de llegar a lo más alto será
gracias a nuestro conocimientos en las artes arcanas y nuestra
habilidad para soltar unos galletones a nuestros enemigos. El
equilibrio entre los ataques cuerpo a cuerpo y hechizos a distancia
en un gusto, gracias al deslizamiento que nos permite poner tierra de
por en medio. Hay un gran abanico de habilidades y nos anima a buscar
sinergias entre ellas para crearnos unos combos devastadores. Pero si
nosotros podemos llegar a ser muy poderosos; nuestros enemigos no se
quedaran cortos. Los enemigos nos harán más de un destrozo en la
barra de salud y hasta que no sepamos esquiva su ataque, siempre
telegrafiados, vamos a pasarlas canutas. Los enemigos podrán
interrumpir nuestros ataques si ellos nos golpean antes y esto nos
obligara a esperar para volver a utilizar nuestra habilidad. Esto
sumado a las caídas que se pagan muy caras y unas calaveras en cada
nivel que habrá que eliminar (a base de matar enemigos en el mismo
nivel) nos planteara un reto que se puede llegar a hacer muy cuesta
arriba.

Respondiendo a la duda inicial: la parte de Roguelike está bien
integrada aunque ciertas cosas chirrían. Siempre que seamos abatidos
en una mazmorra volveremos a nuestra casas y de ella iremos al
pueblo, donde comprar invocaciones, objetos, trajes y ciertas
ventajas siempre que tengamos las gemas necesarias. En el centro esta
el portal que nos lleva a las mazmorras. En Wizard of Legend hay tres
zonas diferenciadas con su jefe final: En el bosque está Atlas,
maestro de tierra; en la zona mazmorra de fuego está Zeal, maestra
de fuego; y en la mazmorra de hielo está Freya, maestra del hielo.
Estas zonas cambiaran de orden entre ellas y esto obliga a improvisar
y preparar los combates finales en caliente aprovechando las
debilidades enemigas. Cada vez que superemos a uno de estos tres
grandes maestros la dificultad subiera y los enemigos tendrán
movimientos nuevos y serán más duros de pelar. Los niveles que nos
ayudaran a preparas los enfrentamientos finales se construyen con una
mezcla de habitaciones aleatorias y habitaciones hechas a mano, esto
facilita el trabajo con fórmulas para salir indemne de ellas gracias
a “ensayo y error”. Lo que no se puede negar es la cantidad de
horas que se pueden meter en Wizard of Legend, para acabar conociendo
todos los trucos. Pero no es perfecto en la faceta Roguelike: la poca
transparencia con las estadísticas y la falta de un reinició rápido
que permita el pique y las ansias de venganza me sacan de la
experiencia y me mosquean más de la cuenta.
En la parte artística de Wizard of
Legend todo ralla un nivel correcto. Los entornos son demasiado
similares y muchas veces se diferenciaran más por el color que por
la estructura y los enemigos son muy similares entre sí; como los
jefes del final de cada nivel, que solo son un enemigo normal venido
a más. Los maestros sí que son todo lo contrario: cada uno tiene su
gancho y un gran diseño tanto visual como de habilidades; se nota un
cariño extra en cada uno. Nuestro personaje puede costar de ver en
ocasiones dentro de toda la alud de ataque y magias, pero no es lo
normal. Wizard of Legend tiene una grandisima localización al
Español; en algunos momentos rivaliza con Nintendo, y eso es mucho
decir, y un gran apartado sonoro; tanto en la maravillosa banda
sonora, como los efectos de sonido que nos informan de lo que ocurre
a nuestro alrededor.
Como decía: los Roguelike se han
expandido de una forma brutal en los últimos años hacía muchas
direcciones. Se suele decir que se abusa del diseño procedimental y
que en muchos casos ha llegado a restar más que sumar. No creo que
Wizard of Legend sea el caso, pero sigo sin tenerlas todas conmigo;
sus errores me pesan demasiado y pese ha haber disfrutado con él,
sus problemas resuenan con demasiada fuerza.
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