El carisma de Bayonetta
Después de hablar largo y
tendido sobre los combates en la saga de Bayonetta podríamos pensar
en lanzar la toalla antes de empezar; y lo entiendo, son muchas horas
de "trabajo" y la entrada puede hacerse cuesta arriba. Aquí
viene la mitad del pastel que falta, el envoltorio, lo que nos
mantiene pegados a la pantalla: el toque de Platinum.
Durante un tiempo hubo un
debate interesante sobre cómo muchas producciones gastaban altas
cantidades del presupuesto para hacer unos comienzos e introducciones
impresionantes, pero que luego lastraban los compases finales
construidos con menos recursos. Tanto Bayonetta como Bayonetta 2
(sobretodo el segundo) son la antítesis de esta práctica: juegos
que suben y suben hasta niveles vertiginosos. Llega a saturar a uno,
que al final no sabe si llorar, gritar o reír: Un torbellino de
emociones. Mi ejemplo favorito es el comienzo de Bayonetta 2 y
Platinum va a demostrarnos que lejos de bajar el listón con el
espectáculo, esta secuela partirá de donde lo dejó la anterior y a
partir de ahí solo subirá más. Y sabéis qué, lo consigue.
¿Cómo lo mantiene? Dando
siempre un momentos icónico en cada nivel. Los escenarios en
ocasiones son algo de locos como la torre del reloj en el primero,
una arena que esta cayendo en un vacío infinito y que está siendo
asediada por muchos enemigos. Y como estos ejemplos hay muchos, pero
no tenemos todo el día.
El listón está alto para
sostener tales niveles de épica, y es el momento de la entrada de la
tan mencionada Bayonetta. Voy a empezar fuerte: Bayonetta me parece
uno de los mejores personajes del videojuego de lejos. Es una opinión
muy personal, pero creo que es sencillo entenderlo si nos paramos a
pensar un poco en ella.
En el momento de salida del
primer juego y viniendo de los padre de Devil May Cry, Bayonetta
podría parecer a priori una
reimaginación de Dante. Vamos un Dante con tetas. Pero Bayonetta es
puro exceso, es arrojadora y tiene más carisma que muchos de los
grandes del medio. Ella y su figura son el centro total del juego,
tanto que en ocasiones parece que primero se creo primero a Bayonetta
y luego un mundo a su imagen. Ella es el centro del todo en lo que a
historia y lore.
Entiéndase, no es Dios y hay cosas que se salen de su control, pero
la saga de Bayonetta tiene claro que esta es su historia, y la final
del día, ésta debe contarnos algo de sobre nuestra protagonista.
Eso crea poco a poco una profundidad en el personaje que en un buen
principio no contábamos con ella y es de agradecer. Se siente una
evolución.
Pero
Bayonetta no es magnética al final, Bayonetta es magnética en el
mismo instante en el que aparece. Y quiero dejar claro que jamás
tiene que ver con su físico, sino por su compartamiento y cómo
reacciona a todo lo que ocurre a su alrededor. Bayonetta no deja de
ser una fantasía de poder, pero con la peculiaridad que es una
mujer. Es algo de por sí destacable y con esto no quiero decir si es
o no una figura feminista clara. Si queréis una opinión: creo hay
motivos para creer tanto una cosa como la otra. Pero eso creo que es
la clave del éxito del personaje: no te dejará indiferente y creará
debate. Es una mujer hipersexualizada, sí, pero dentro de un mundo yendo de excesos e irrealidades, puede que sea una parodia. Uno debe
elegir que tiene más peso. Lucha contra ángeles, siendo ella una
bruja, puede hablar sobre la liberación de la mujer ante los
grilletes machistas de la religión. Y aún habría más cosas. No me
siento capaz de dar un veredicto categórico porque no soy para nada
experto en estas tesituras tan sensibles. Lo que se es que estamos
hablando de Bayonetta y rompiéndonos la sesera con ella y no con el
bueno de Dante.
Porque
Bayonetta me parece un personaje que se sale de las manos de sus
propios creadores. Y seguramente me estoy viniendo fuertisímo
arriba, pero ésto va de venirse arriba, ¿no? Es como un satélite
que se ha salido de la órbita y ahora viaja por su propio camino.
Bayonetta es tan segura y va tan sobrada que crea en el jugador una
responsabilidad de mantener es imagen cuando a él le toca
interpretar a la bruja. Casi no presta parte de su seguridad, que le
sobra, para que nosotros nos veamos capaces de llegar a lo que se nos
pide. Durante las cinemáticas la veremos nadar como pez en el agua
con un control total de la situación en todo momento y dejando claro
que aquí nadie le amarga la fiesta al Ojo Izquierdo y ella es quien
marca su propio camino. Nadie jode a Bayonetta.
La
guinda viene con la banda sonora y las canciones más icónicas de
los títulos de la bruja. Los remixes de
canciones clásicas de Frank Sinatra como "Moon River" o
"Fly my to the Moon" son un empujón grande de carisma y
crea un palarelismo con nuestra protagonista y la Voz; descarados,
seguros de sí mismos y viviendo a su manera. Pero mi favorita
siempre será "Tomorrow Is Mine", canción que condensa a
Bayonetta en unos intensos y trepidantes minutos. La gracia es que
hasta en la banda sonora se siente la personalidad de Bayonetta;
todas las canciones, sean o no originales, todas tienen un sonido
particular y son similares entre ellas. Los mismos sonidos e
instrumentos que suelen mantenerse en los dos juegos y crean un estilo
musical, que si bien no es propio, sí es sinónimo de Bayonetta y
eso solo hace que crear más conexiones con ella.
Tenia
muchas ganas de escribir este texto, que al final han sido dos. Amo
con locura la saga de Bayonetta y a los creadores detrás de ella.
Hay tanto que aprender y ver en sus títulos, y Bayonetta solo es el
principio. Deseo con muchas fuerzas que la cosas sonrian al Platinum
y a Bayonetta en el futuro, porque sino el videojuego perderá mucho
más de lo que parece.
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